jueves, 7 de agosto de 2008

LA VERDAD LOGICA

Con respecto al término verdad, se dice que puede ser utilizado en dos sentidos: la primera para referirse a una proposición y la segunda para referirse a una realidad.
La verdad en una proposición se da para poder distinguirla de otras falsas.
Y en el otro caso, se dice que la realidad es verdadera en contraposición a otros que podrían calificarse de ilusorios, inexistentes, etc.
Sin embargo tendríamos que examinar en primer lugar esta cuestión llamada proposición, es decir entender el carácter de la proposición en la lógica y de ello nos basaremos en la distinción que hace Quine entre oración enunciado y proposición:



<< el término proposición se utiliza en efecto, a menudo para decir
no más que oraciones, oraciones declarativas; ocurre entonces
que autores que usan el termino para indicar significaciones de
oraciones cometen descuidos de distinción entre las oraciones
mismas y sus significaciones […] las proposiciones, el sentido
en que se tomará éste termino será siempre el de significación de
oraciones.>>




Vemos entonces que de manera más sucinta, aducir que la proposición funciona o cumple el papel de significación de la oración, donde la oración puede definirse como la unidad lingüística con significado completo, autónomo y estructurada.
Tiene significado completo porque comunica un mensaje, pues para que tenga sentido completo es necesaria la preedición de un verbo.
Es autónoma porque no forma parte de una unidad lingüística más amplia, es por ello que la autonomía de una oración se señala por una pausa más o menos intensa en su final y en su entonación.
Estructurada, porque las palabras siguen un orden constituyente, pues los constituyentes inmediatos de la oración que se caracteriza por tener un sentido y desarrollar una función son; el nombre y el verbo (sintagma nominal y verbal).
Esto con respecto una definición semántica; pues según una definición lógica, la oración es la expresión de un juicio lógico, esto es, la manifestación oral del acto del entendimiento en virtud del cual afirmamos una cosa de otra.
Podemos definir la oración en muchos otros criterios según nos convenga, por ejemplo tenemos un criterio psicológico el cual seria la simbolización que indica el individuo que ha operado la combinación de varias representaciones con el cual suscita en el oyente las mismas combinaciones de las mismas representaciones.

De una manera ecléctica, podríamos definirla según los criterios recogidos por el eclecticismo, la teorías estructural y semántica, infiriendo así a delimitar la oración, como toda proposición o conjunto de proposiciones que forman un sentido completo.
Desde un punto de vista de la lengua o habla se podría definir en dos planos; el de la lengua pertenecen los que fijan la estructura oracional (lógico estructural) y el del habla que incluye aquellos en que el mirar elige la forma de expresión (psicológico).

Sin embargo, nos quedaremos con el aspecto netamente lógico, en el cual la oración sería la expresión de un juicio lógico, donde tal juicio es la expresión mediante la predicación que se hace de un sujeto y que vendría a ser por tanto la expresión moralizada de una proposición y que se define como una expresión que significa lo que es verdadero o falso.
Con respecto al enunciándose puede decir que es cualquier manifestación del habla y que viene a ser la expresión lingüística de una proposición o también decir que se trata de una oración enunciativa que afirma o niega algo.

Con esto queda clarificado el aspecto de la oración, la proposición y el enunciado. Ahora bien, pasemos con respecto al tema que se elabora en este trabajo.
Como es sabido, los griegos ya explicaban o trataban de explicar la noción de verdad como propiedad de ciertos enunciados (verdaderos). Como se conoce, aunque ya se concebía verdad antes de Aristóteles en ese sentido, es él (aristoteles9 quien explica la concepción semántica de la verdad, es decir la idea de que un enunciado es verdadero si hay correspondencia entre lo que se dice y aquello sobre lo que se habla.
A partir de éste, la problemática sobre la verdad se abordará aquí desde la semántica.

Ahora bien, se nos asoma u nuevo termino como el de somática, lo cual podemos definirla o determinarla o conceptualizarla como deseemos, al estudio de la relación de las palabras con los objetos designados por ellas, dicho de otro modo, como la disciplina que se ocupa de averiguar de que modo y según que leyes las palabras que se aplican a los objetos.
Definido o aclarado este termino continuamos con nuestro propósito; veamos pues primera que la lógica explora los condiciones de verdad de las oraciones ala luz de la construcción gramatical de estos, por lo cual, se diría que la lógica va hacia la caza de la verdad por los ámbitos de la gramática.Pero tenemos que tener en cuenta una cosa, y que muy bien lo dice Quine:
La gramática que nosotros, los lógicos llamamos tendencionistas Standard
[Normada] es una gramática planeada con la exclusiva intención de dar con
las condiciones vertativas.Intension sinisima.


Se elije pues una gramática normada en la cual las oraciones simples se obtienen por predicaciones, y todas las demás oraciones se originan de aquellas por negación, conjunción y cuantificación existencia. Es en esta gramática donde la predicación consiste siempre en adjuntar predicados variables, no a nombres propios, es por ello que se puede decir de la lógica tiene una gran ventaja, dado que lo que interesa no es utilizar un lenguaje sino hablar de el.Es por ello que la gramática normada, prescinde de nombres propios y de funciones (factores).
Es también llamadazo como el lenguaje ideal del científico, dado que elimina sobreentendidos, de las alusiones y en la medida de lo posible de las metáforas. (“lógica”) : la claridad, la precisión, la univocidad, el rigor, la impersonalidad ; aunque hay que reconocer, lo limitado del lenguaje lógico, por ejemplo, el numero de elementos de su vocabulario, el numero de inferencias que permiten consinar en formas validas las formulas adminisibles previamente obtenidas son reducidos al mínimo.Asentado ya estas cuestiones prosigamos con el tema de la verdad.Pues bien, revisemos el conceptos semántica de verdad que según Alfred Tarski las expresiones “es verdadero y es falso son expresiones metalingüística”. Por tanto una definición correcta de verdad solamente puede ser dada en un metalenguaje, y para ello (según tharski) es necesario construir una definición objetivamente “enunciado verdadero “.Parece ser que en un primer momento, tharski intenta dar tal definición en el lenguaje natural pero ve que todos sus intentos fracasan porque el lenguaje coloquial (que incluye enunciados y otras expresiones).
Por tanto es cuestionable un uso consistente de la expresión “enunciado verdadero “que concuerde al mismo tiempo con las leyes y la rigurosidad de la lógica y con el lenguaje natural es decir, teóricamente valido para ambos, por tanto tharski recurre a lenguaje formalizado en donde el sentido de cada expresión se halla determinado sin la menor ambigüedad por su forma y construye una definición formalmente correcta en tales lenguajes.
Por consiguiente, la noción de verdad para los lenguajes formales debe cumplir con los requisitos de “adecuación material “y “corrección formal “, véase. Este ejemplo; muy conocido:
”la nieve es blanca”
Donde aquí, la proposición “la nieve es blanca” es verdadera en tanto la nieve en el hecho sea blanca.Pero ello debe quedar claro algo, que aunque los conceptos de verdad y falsedad son centrales en la lógica, estas nos se ocupa de averiguar si tales proposiciones son verdaderas o falsas en su contenido, tal como lo dice Ferrater mora:
< Realidad”, “verdad es la correspondencia entre la realidad y la mente”, “la
verdad es lo que es , o existes” y asimismo de la falsedad tales como,
“falsedad es lo no comprobable o no comprobado en la realidad”, “falsedad es
la inadecuación entre la realidad y la mente”, “falsedad es lo que no es , o lo
que no existe, o lo simplemente apàrente”, etc.Estos no son asunto de la
lógica sino de la metodología , de la teoría del conocimiento o de la
ontología>>.




Es por ello que cabe decir que de los conceptos de verdad y falsedad estudiados por la lógica nos interesan dos: la verdad y la falsedad semántica, y la verdad y falsedad propiamente lógica.
Ahora bien retomando los dos tipos de verdad, expertos anteriormente, se infiere que la verdad lógica y realidad no sólo no pueden ser dos “cosas” relacionadas entre sí, pero tampoco son respectivamente una forma y un contenido al cual aquélla se aplica.


Con todo lo dicho, lógica, es el nombre que se da a ciertas operaciones por medio de las cuales describimos ciertos modos posibles de ordenación de realidades, efectivas o meramente posibles.

Por otro lado, la realidad es, el nombre que se da a ciertos modos posibles de comportamientos de lo dado a nuestras percepciones o infiriendo mediante nuestras percepciones.

Son por tanto la lógico y la realidad dos ordenes diversos, cambiantes, según las disposiciones de sus partes, con lo cual no puede decirse que las expresiones de que se vale la lógica sean entidades “consistentes” o formulas vacías de todo contenido, o tal ves convenciones más o menos cómodos o idealizaciones de nuestras observaciones o experiencias.
Lo que se concluye es que la adecuación de la lógica a la realidad es la adecuación entre dos modos de ordenación.

Con ello podemos decir:


< Las leyes lógicas, se aplican pues al
orden de la realidad – o a los distintos
ordenes de la realidad- de modo parecido
a como aplicamos un mapa a la realidad para
nuestra mejor orientación en ella.
El mapa nos proporciona un cierto conocimiento
de lo real, pero no nos dice lo que la realidad es,
sino únicamente como ella se halla estructurada
-o si se quiere, los distintos modos como puede ser
estructurada-. Mediante la lógica cuadriculamos por
así decir lo real […] pero el que unas convenciones
sean más satisfactorias que otras depende en
considerable medida de la propia realidad.>>




De todo ello podemos decir, que ya no se tendría que separar por completo las diferentes ordenaciones de hechos del que llamamos lenguaje lógico mediante el cual las describimos o en el cual las alojamos.

Es por tanto que, las formas lógicas y en este caso la verdad o falsedad lógica siguen refiriéndose a los hechos, aunque se refieren de modo indirecto, dado que se limitan a ordenar las distintas estructuras en las que pueden ordenarse los hechos.
Y por otro lado además, no se ve, el lógico, obligado a establecer ninguna identificación ya sea empírica o metafísica entre las verdades o falsedades
lógicas y la realidad, ambas como ya nos damos cuenta, poseen sus propios modos de ordenación.

Por tanto podemos hablar lógicamente acerca de lo real, sin que ello suponga que imponemos ya sea por convención o por necesidad nuestro pensar lógico a la realidad, ni que se limita a reflejar pasivamente las estructuras de ésta realidad.
No obstante hay que tener en cuenta que la noción de verdad lógica que acabamos de proponer depende no sólo del lenguaje sino también de cómo se gramaticalice ese lenguaje.


Aquí además, se ve o se hace notar que aparte de la vinculación que expusimos anteriormente (lógica y realidad), hay otra vinculación, que es la de lógica y gramática. Donde sobre la base de éstas se confluyen qué oraciones de un lenguaje se tiene que considerar lógicamente verdaderas, en tanto que se ha preciado dos cosas acerca del lenguaje: su gramática y su predicado verdad. Por tanto la lógica es la resultante de dos componentes, que serían la gramática y la verdad.





Es entornes la definición más general de la verdad lógica ésta expuesta anteriormente; la gramática, que es un asunto puramente lingüístico, y la verdad, que no lo es.
Por tanto, se dice que una oración es lógicamente verdadera si son verdaderas todas las oraciones que tiene su misma estructura gramatical.

O decir también que una oración es lógicamente verdadera si es verdadera por virtud de su mera estructura gramatical. Aunque éste último sentido se puede dar a sugerencias que sea el lenguaje el que hace verdaderas a las verdades lógicas, y sería tan solo el lenguaje y nada que tenga que ver con la naturaleza de las cosas.
Esta forma de pensar o doctrina, es la llamada teoría lingüística de la verdad lógica, y es la que propone Carnap.

Es un hecho que la estructura gramatical es un asunto lingüístico; pero también es el léxico.
El léxico se usa al hablar de mundo, y la estructura gramatical haría lo mismo.
Sin embargo, si bien se admite una verdad lógica, dado que se mantiene como verdad a través de todas las sustituciones léxicas, no depende de ninguno de los rasgos del mundo que dice el reiterado autor:


¿No puede depender de otros rasgos el mundo, de rasgos que nuestro
Lenguaje refleje en sus construcciones gramaticales, y no en su léxico?
No tendría ningún interés objetar aquí, que la gramática varía de un
Lenguaje a otro, porque lo mismo le pasa al léxico.
Tal vez las verdades lógicas deban su verdad a ciertos rasgos de la realidad
que se reflejan de un modo en la gramática de un lenguaje, de otro modo en
la gramática de otro lenguaje y otro en la combinación de gramática y léxico
en un tercer lenguaje […] gramática y léxico es inmanente.





Si es así, pues tenemos una variación entre la distinción lógica y verdad.
Pues la verdad lógica quedaría al arbitrio del gramático descriptivo. Sin embargo podríamos decir que las verdades lógicas son verdades por virtud del lenguaje, o del mundo, de lo que sea.

Pero las verdades lógicas son obvias o potencialmente obvias, y con esto no se quiere decir que son verdades ni de cómo las aprendemos.
Lo que sugiere es un error común que consiste en que se siente la tentación de inferir una teoría lingüística de la verdad lógica a partir de la inseparabilidad de lógica y traducción (en el gramático); pero esta tesis que puede dar pie a una teoría lingüística de la verdad y con ello que la lógica por virtud exclusiva del lenguaje, no obstante se puede inferir que las proposiciones se toman en un sentido no- lingüístico, con lo cual hay una gran diferencia entre teoría lógica de la verdad lingüística y teoría lógica de la verdad.
También para despejar esta mala concepción de teoría de la verdad lingüística, seria que la teoría de la verdad lógica no atiende preferencialmente a ninguna sección determinada del léxico, ni tampoco a ningún subdominio en el campo de valores de las variables.
Más si reconocemos a favor de la teoría lingüística de la verdad lógica, que aprendemos lógicamente al aprender a hablar.


Pero esta circunstancia no distingue a la lógica de extensos fragmentos de conocimiento de sentido común que normalmente la gente considerará empírico.
En su teoría lingüística de la verdad lógica, Carnap ha presentado el lenguaje como un análogo del sistema deductivo formal: el lenguaje tiene según él, reglas de formación y reglas de transformación donde las reglas de formación resultan la gramática y el léxico; serían estos análogos de la del sistema de lo que Church llama “formas” [formulas bien formadas].



Las reglas de transformación arrojarían lo que es verdades lógicas (en ellas también, las matemáticas y analíticas en general); que serian los análogos de los axiomas y de las reglas de inferencias de un sistema deductivo formal.
Así pues para Carnap, la gramática y la lógica se encuentra en el mismo plano: cada lenguaje tiene su gramática y su lógica.
Carnap no hace de la analogía entre los lenguajes y los sistemas deductivos formales nada superior a una analogía, reconoce además que ni las reglas de formación ni las de transformación se encuentran bien explicitas en las de personas que aprenden un lenguaje, es más, estos aprenden verdades y creencias que no son sólo lógicas.

Por tanto, sería conveniente decir que, las verdades lógicas que están vinculadas a la gramática y no al léxico, pues es el léxico, y no la gramática la que registra diferencias debidas al trasfondo cultural del uso del lenguaje por varios hablantes, mientras que las verdades lógicas se mantiene verdades lógicas respecto a toda sustitución léxica.
Y otra primordialidad y concluyendo con nuestro trabajo, es que las verdades lógicas tienen una aplicabilidad universal, es por ello su participación de la lógica en todas las ciencias, es la invariancia de la verdad lógica respecto a la sustituciones léxicas, la que hace a esa teoría

lingüística de la verdad lógica más insuficiente en su argumento; es más el léxico, es lo que atiende discriminadamente a los gustos y los intereses particulares en cambio, como ya se ha dicho, la gramática y la lógica son los mecanismos o artificios que están dispuesto para producir una acción y que están al servicio de todos.

Bibliografía

1. Willard van Ormand quine, Filosofía de la Lógica, 1981, Madrid, Alianza
Editorial.

2. Ferrater Mora, Filosofía de la lógica, 1960, Buenos Aires, Columba S.A.

3. G. Sthal, introducción a la lógica simbólica, 1985, Madrid, alianza
Editorial.

4. A. Tarski, Introducción a la Lógica y ala metodología de las ciencias
Deductivas, 1982, Mexico. Editorial Fondo de Cultura Económica,